Las autoridades rusas examinan con detenimiento la escena del atentado con una bomba en el aeropuerto Domodedovo de Moscú (uno de los principales aeropuertos de Moscú) en busca de pistas que ayuden a identificar los responsables del más reciente ataque contra la capital rusa.

La explosión del lunes, atribuida a un ataque suicida, se produjo en la congestionada sala de llegada de la terminal internacional del aeropuerto de Domodedovo en Moscú donde murieron 35 personas y dejo heridas a mas de 130, varias de ellas de gravedad.

Ya muchos en Rusia sospechan que militantes del Cáucaso Norte son los responsables del atentado.
Extremistas de esta volátil región frecuentemente son acusados de ataques que en el pasado también han tenido como objetivo Moscú

Informes no confirmados de la agencia noticiosa rusa RIA Novosti citan a una fuente de seguridad diciendo que hace una semana se recibieron advertencias sobre un «acto terrorista» que sería perpetrado en uno de los aeropuertos de la ciudad capital de Rusia.

La agencia añadió que la policía busca a tres sospechosos en conexión con el ataque.
Kremlin vs. el Cáucaso

Hablando por televisión, el Presidente de Rusia Dimitri Medvedev prometió dar con los responsables y llevarlos ante la justicia.

El mandatario pidió al fiscal general que encabece la investigación sobre el ataque al tiempo que ordenó incrementar la seguridad en la capital, incluyendo aeropuertos y otros centros de transporte.

«A juzgar por el lugar y otras señales indirectas, este fue un ataque terrorista bien preparado que tenía como objetivo matar la mayor cantidad de personas», expresó, Medvedev también reconoció que la pobreza, corrupción y el conflicto en el Cáucaso Norte son los principales problemas internos del país ruso.

Algunos analistas políticos y militares señalan que grupos de militantes que luchan en el Cáucaso tienen como objetivo desafiar la idea del gobierno sobre una sociedad segura y a salvo.